En el mundo de la salud bucodental circulan más leyendas urbanas que en cualquier programa de misterio. Desde remedios caseros que prometen blanquear los dientes hasta creencias heredadas de generación en generación, la desinformación campa a sus anchas por consultas y redes sociales. Como periodista de investigación, he dedicado semanas a desentrañar estos mitos con la ayuda de especialistas que prefieren mantenerse en el anonimato para hablar con total libertad.
El primer gran mito que encontramos es el del enjuague bucal milagroso. Muchos pacientes creen que un buen colutorio puede sustituir al cepillado, cuando la realidad es que solo complementa la higiene. "Los enjuagues son como la guinda del pastel, no el pastel entero", me confesó un odontólogo con más de veinte años de experiencia. "Sin un cepillado correcto y el uso de hilo dental, el enjuague se convierte en un mero ambientador bucal".
Otro tema que genera confusión es el del blanqueamiento dental. Las estanterías de farmacias y supermercados están repletas de productos que prometen dientes más blancos en tiempo récord. Sin embargo, la mayoría de estos tratamientos contienen concentraciones mínimas de agentes blanqueadores. "Es como intentar pintar una pared con un pincel de acuarela", comparó otro especialista. Los blanqueamientos profesionales, aunque más costosos, ofrecen resultados reales y controlados.
La relación entre salud bucal y salud general es otro campo lleno de malentendidos. Muchas personas aún creen que los problemas de encías son meramente estéticos, cuando en realidad la periodontitis se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares y diabetes. "La boca no es una isla separada del cuerpo", explicó un periodoncista. "Las bacterias que causan inflamación en las encías pueden viajar por el torrente sanguíneo y afectar otros órganos".
El mito del embarazo y la pérdida de dientes merece capítulo aparte. La creencia de que "cada embarazo cuesta un diente" persiste a pesar de no tener base científica. Lo que sí ocurre es que los cambios hormonales pueden aumentar la sensibilidad gingival y el riesgo de gingivitis, pero con una higiene adecuada y revisiones periódicas no hay motivo para perder piezas dentales.
En el ámbito de la ortodoncia, las falsas creencias también abundan. Muchos adultos piensan que ya es tarde para corregir su sonrisa, cuando la edad no es un impedimento para tratamientos ortodónticos. "He tratado pacientes de setenta años con excelentes resultados", comentó un ortodoncista. Lo que sí varía con la edad es el tiempo de tratamiento y la posibilidad de necesitar procedimientos complementarios.
La alimentación y su impacto en la salud dental es otro tema que genera controversia. No todos los azúcares son igualmente dañinos, y el momento de consumo influye más que la cantidad total. "Un caramelo que se chupa durante media hora hace más daño que una cucharada de azúcar en el café", aclaró un nutricionista especializado en salud bucal. La textura y la frecuencia de consumo son factores determinantes.
Las muelas del juicio protagonizan uno de los debates más encarnizados. No siempre es necesario extraerlas, contrariamente a lo que muchos creen. "Solo se recomienda la extracción cuando hay problemas reales: apiñamiento, infecciones recurrentes o daño a dientes adyacentes", señaló un cirujano oral. La decisión debe tomarse caso por caso, evaluando riesgos y beneficios.
En el capítulo de las emergencias dentales, los mitos pueden ser peligrosos. Colocar una aspirina directamente sobre una muela dolorosa, por ejemplo, puede causar quemaduras químicas en la encía. "Es uno de los errores más comunes que vemos en urgencias", advirtió un odontólogo de guardia. Ante un dolor dental intenso, lo correcto es tomar analgésicos por vía oral y acudir al especialista.
La tecnología ha traído nuevos mitos, especialmente alrededor de los escáneres intraorales y la impresión 3D. Muchos pacientes creen que estos avances han eliminado por completo las técnicas tradicionales, cuando en realidad conviven y se complementan. "La tecnología es una herramienta, no un fin en sí misma", reflexionó un protésico dental. "Lo importante sigue siendo la pericia del profesional".
Finalmente, el mito del precio como indicador de calidad merece mención especial. Una clínica cara no siempre significa mejor atención, igual que un tratamiento económico no tiene por qué ser de mala calidad. "El mejor dentista no es el más caro, sino el que mejor diagnostica y explica las opciones de tratamiento", concluyó un experto en gestión clínica. La transparencia y la comunicación son igual de importantes que la técnica.
Después de esta investigación, queda claro que en salud dental, como en casi todo, el conocimiento es la mejor arma contra los engaños. Consultar con profesionales, cuestionar las creencias populares y mantenerse informado son las claves para una sonrisa realmente saludable.
La verdad oculta sobre la salud dental: mitos que debes conocer