La mayoría de las personas no leen la letra pequeña de los contratos de seguros de autos, y es ahí donde podrías encontrar cláusulas que podrían dejarte en aprietos cuando más necesites ayuda. Por eso, es sumamente importante conocer las cláusulas peligrosas que pueden estar escondidas en tu póliza de seguro de auto.
Una de las cláusulas que más frecuentemente pasan desapercibidas es la del uso personal vs. uso comercial del vehículo. Si tu póliza solo cubre el uso personal, pero utilizas tu auto para trabajar, como por ejemplo para Uber o delivery, podrías encontrarte sin cobertura en caso de un accidente. Asegúrate de que tu póliza cubre todos los usos que le das a tu vehículo para evitar sorpresas desagradables.
Otra cláusula problemática puede ser la de exclusiones por modificaciones al vehículo. Si eres de los que disfrutan poniendo personalizaciones a sus autos, como spoilers, elevaciones de suspensiones o incluso cambios de motor, es posible que tu seguro no las cubra. Es esencial verificar si tu seguro necesita ser ajustado tras alguna modificación del vehículo.
El kilometraje anual también puede jugarte una mala pasada. Muchos seguros tienen un límite de kilometraje anual, y si lo excedes, podrías quedarte sin cobertura, o podrías tener que pagar una tarifa adicional. Asegúrate de entender bien cuál es el límite específico y ten en cuenta tus hábitos de conducción antes de firmar.
Algunas pólizas pueden tener exclusiones basadas en el estado de los conductores autorizados. Si alguna de las personas que conducen tu coche tiene un mal historial de manejo, incluso si solo lo hace ocasionalmente, es posible que te nieguen la cobertura. Verifica siempre quiénes están autorizados y qué prohibiciones específicas existen.
Finalmente, la franquicia o deducible es un aspecto que no debes pasar por alto. Aunque un deducible alto puede bajar tus primas mensuales, esto significa que tendrás que pagar más de tu bolsillo en caso de un accidente. Asegúrate de entender bien cómo se aplica el deducible y ajusta tu póliza para que te dé el mejor equilibrio entre costo mensual y gasto imprevisto.
Estas y otras cláusulas son esenciales para prevenir dolores de cabeza innecesarios. Tomarte el tiempo para leer tu póliza en detalle y discutir cualquier inquietud con tu agente de seguros puede ahorrarte mucho en el futuro.